la educación es un proceso que no termina nunca



Recibo este escrito. Y tal como lo leo lo incorporo al blog imposibleyreal.blogspot.com:

“sin uniformes, sin libros, sin evaluaciones pendientes, hemos vuelto al colegio que nos enseñó casi todas las cosas importantes que sabemos.
Hemos vuelto a nuestros pupitres, al comedor, al Oratorio, a las pistas de fondo donde hemos corrido auténticos maratones… y como si no hubiera pasado el tiempo, hemos vuelto a vernos todas. Amigas, compañeras y profesoras.
Hace 15 años salíamos por las puertas del colegio Montealto unas imberbes colegialas con ganas de comerse el mundo y con toda una vida por delante. A día de hoy seguimos imberbes (gracias a Dios) y con mucha vida por delante: pero 15 años más mayores que ese día.
Aunque quisiera hacer un esfuerzo no recordaría con claridad la reunión que tuve en el trabajo hace un mes, pero recuerdo como si fuera ayer todas y cada una de las clases de la Chusa, las tutorías con Concha Cuesta, las clases con Sara Valdés, el alemán de Irma, las clases de física con Elena, las charlas con Amaya, los consejos de Nuria… y puedo seguir así hasta el infinito (vale no me resisto a una mención especial a Popoya…que aunque no me haya dado clase por motivos maternofiliales, es la mejor). Me he quedado con un trocito de todas ellas para siempre.
Nos enseñasteis mil cosas y nos enseñasteis a ser buenas personas. Detrás de cada clase de lengua, de matemáticas, de física o de gimnasia, había una lección de vida que hemos ido descubriendo con los años.
La recompensa de vuestro trabajo bien hecho, con pasión, somos todas nosotras. Miles de alumnas que tienen claros los referentes. Que tienen claro que el éxito huele más a lo que vivimos en el colegio, que a lo que sale en los periódicos o en la tele.
Las mujeres que van a cambiar el mundo se parecen mucho a vosotras. A todas las profesoras y a todas y cada una de las alumnas que se dejan la piel cada día sin darse cuenta, sin que nadie las vea, pero sean lo que sean, son las mejores en lo suyo. Yo después de este viernes lo he comprobado. Sí señor, me siento como la madre de la Pantoja con mis niñas de la Promoción XXXII.
Gracias a Miriam por hacer que alumni sea lo que es, gracias al cole por abrirnos las puertas de par en par, gracias a Conchita por el pedazo de video-reportaje que se ha marcado, a las cocineras y al portero que nos cuidó como si estuviéramos en casa. Gracias a todas las que abandonasteis maridos, hijos, novios, mascotas y otros seres vivos para volver al cole esa noche., gracias a las que tuvisteis que hacer cambio de turno en el trabajo, las que volasteis desde muy lejos y las que vinisteis desde donde fuera.
GRACIAS


El escrito figura también en el blog tinawalls/blogspot cuya autora es una de las alumnas que acudió a esa cena: Victoria Paredes.
En este blog (imposibleyreal.blospot.com), mayoritariamente dedicado a la educación, no era posible prescindir de esta publicación.
Podría decir mucho de ese grupo de alumnas. De ese colegio y de esas profesoras. Podría incorporar a este escrito mil anécdotas protagonizadas por esas niñas, ya mujeres. Las conozco y las he vivido.
Pero todo se convierte en poco consistente cuando uno comprueba que lo realmente importante es el fondo que transmite esta carta de Victoria.

Es la esperanza de creer en una enseñanza libre que incorpora ciudadanos fuertes a una sociedad tan carente de valores.
Es la ilusión de encontrar en los puestos de trabajo médicos, maestras, arquitectas, cocineras con un estilo y sello diferentes: mujeres alumni.

En tiempos revueltos, llenos de relatos manipulados y con la incógnita de qué será de tantas y tantas personas que pueblan nuestra sociedad, siempre la vida nos regala la esperanza de saber que hay grupos humanos encargados de entregar a futuras generaciones la antorcha de la auténtica libertad; aquella que dan familias, colegios y maestras diferentes que son capaces de crear seres humanos que se reúnen cada 15 años para dar las GRACIAS.

Éxito grande el del colegio Montealto.

ENHORABUENA por formar un grupo que hoy, pasados 15 años, tienen claro que la Educación es un proceso que no termina nunca.

Promoción XXXII del colegio Montealto de Madrid
15 años más tarde ...