No al aborto de un bohemio


Casualidades provocadas por los caminos que vamos trazando en nuestras vidas me llevaron a cruzar mi camino con un personaje tan especial que no puedo dejar de plasmar en un papel la vivencia de aquel día.

Interesado en obsequiar a dos familias muy queridas con algo diferente fui moviendo contactos y pensando algo que se acoplara al gusto de los obsequiados y que además pudiera estar a la altura de la amistad que me une a ambas familias. Recordé que hace unos 10 años vi en un estudio de un compositor musical un extraño cuadro de un pintor apoyado en la pared que me sorprendió por su originalidad y colorido. Debo aclarar que no soy ningún experto en pintura aunque vivo en la seguridad de que ésta es un arte que no necesita de estudio para emocionar por lo que puedo contradecirme sin embargo y decir que soy, para mí, un experto en “emocionarme” con las cosas bellas; en realidad ¿Qué buscan los artistas sino emocionar? Entonces puedo considerarme un experto en reconocer una bella fotografía, un bello paisaje, una bella música o una bella pintura. Y entonces di marcha atrás 10 años y tras algunas gestiones conseguí llegar a un estudio en una calle de Carabanchel en Madrid.

El pintor en cuestión había recorrido 11 años por Oriente Medio restaurando obras y pinturas habiendo invertido 15.000 horas en esa actividad. En la actualidad tiene 38 años. La conversación en su estudio me fue conduciendo a la PERSONA que fue dando valor al PERSONAJE para acabar mostrando al PINTOR, al pintor diferente que une en sus dibujos a la persona, al personaje y al pintor en los trazos de sus dibujos. Entre sus muchos preciosos dibujos me llamó especialmente la atención uno en donde el dibujo representaba una chica apoyada en una pared. De perfil. Me quedé mirando por la extraordinaria belleza del dibujo. Me dijo: “es mi mujer”.

Le di la idea de lo que quería y para quién lo quería. Captó con rapidez la idea, el mensaje , el motivo y las personas a las que iba dirigido. Le gustó. Y entonces tocó hablar de dinero. Y descubrí una faceta nueva de “nuestro” pintor: la timidez y, sin querer pecar de vanidoso, me transmitió la sensación de que las dos historias por las que le encargaba ambos dibujos podían valer desde 0 euros a lo que quisiera. Y yo puse el precio. Estaba ante un bohemio. Un bohemio auténtico, de verdad. No esos bohemios con un ático puesto por papá en la calle Velázquez que son “genios” en su trabajo que estudiaron en la Universidad, con melena estudiadamente desarreglada.

En Carabanchel ese miércoles estaba ante un bohemio de verdad. Podías... y puedes ubicarle en cualquier siglo y lugar.

Violento inciso en este escrito (qué pena no saber hacerlo mejor). Pero amigo que estás leyendo estas líneas: ¡perdona! Escribo como sé y me sale y no sé como ubicar mejor de lo que ahora voy a escribir: La esclerosis múltiple. Es una enfermedad en donde los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. Los síntomas son muchos y variados. Sólo me referiré y muy brevemente a los síntomas musculares: pérdida de equilibrio, entumecimiento o sensación anormal en cualquier área, problemas para mover los brazos y las piernas, para caminar, con la coordinación y para hacer movimientos pequeños y temblor y debilidad en uno a ambos brazos o piernas.

Leyendo en internet descubro una frase lapidaria e impactante: NO SE SABE EXACTAMENTE QUÉ HACE QUE ESTO SUCEDA

Y tras este inciso volvamos a nuestro pintor. Quedamos en que me entregaría los dibujos dos días más tarde pero me pidió un favor: “¿puedes venir a por los dibujos a la Clínica Belén el sábado?” Me sorprendió el sitio de la cita, diferente a su estudio, pero pensé que viviría por allí cerca y que le vendría mejor. Y allí estuve dos días más tarde.

Y son las 9 de la mañana y estoy aparcado en la puerta de la Clínica Belén. Espero y sorprendentemente no aparece “nuestro” pintor por ninguna calle adyacente, sale de dentro del hospital. Y sale desarreglado y con un caminar dificultoso. Con sus dibujos, mis dibujos, los dibujos para mis amigos, los dibujos con el precio que puse yo. “¿Te has dado un golpe o algo?” - “no, tengo esclerosis múltiple” me contesta con la naturalidad del bohemio, del personaje que es capaz de darle a la vida un sentido tan amplio que todos los que estamos por un instante cerca de él nos sentimos pequeños, del creyente en que hay algo MÁS grande que tener una enfermedad tan inapropiada para cualquiera y más para su profesión. Una enfermedad tan triste para los que somos normales, una enfermedad tan natural para los pocos que son diferentes. Y caminamos unos pasos hasta mi coche. Yo con la sensación de haberme equivocado en la pregunta, sin saber qué decir. Pero el arte de algunas personas es tan grande e inmenso que la violencia de mi metedura de pata él la corrige con una segunda frase: “acaba de nacer mi hijo, por eso estoy en la Clínica Belén. El parto ha ido genial. Soy muy féliz”.

Allí mismo nos despedimos y entonces entré en internet y leí algo que él había escrito en su biografía: “tanto tiempo limpiando cuadros antiguos y modernos, ha logrado obsesionarme con la búsqueda de lo verdadero detrás de las apariencias, la autenticidad de las cosas ocultas”.

Y me costó arrancar el coche. Por el retrovisor ví como poco a poco se alejaba con un caminar dificultoso. Dió la vuelta a la esquina y desapareció.

Y pienso en el aborto. En los mil argumentos a favor y en contra. No quiero polemizar; yo tengo las ideas muy claras. Y no es este el objeto de esta entrada en el blogg. Escucho de algunas mujeres que “el cuerpo es mío y yo dispongo de él como quiera”... o escucho “¿quién defiende al NO nacido?” “no nos viene bien, no nos salen los números” etc. etc.

Y entonces miro por el retrovisor y pienso en una palabra: AMOR.

Y de mi bohemio, mi pintor, mi amigo de dos horas solo sé que es un gran pintor. Pero encima de su arte, muy por encima está su AMOR A LA VIDA. Y recuerdo su dibujo en el estudio: “es mi mujer”.

Yo he tenido la suerte de conocer a este hombre, bohemio, genio, ejemplo que es capaz de convertir en la frase que tanto me impactó en internet al leer de la esclerosis múltiple en una frase de esperanza: porque la esclerosis múltiple NO SE SABE EXACTAMENTE QUÉ HACE QUE ESTO SUCEDA y estos personajes son como ángeles que pasan cerca nuestro un día y TAMPOCO SE SABE QUÉ HACE QUE ESTO SUCEDA.

He conocido a un hombre que me cuenta con su ejemplo que cree en la vida y en las inmensas alegrías que te puede dar si crees en ella. He conocido a un hombre que no ha necesitado contarme que él con su mujer HACE EL AMOR, y perdóname Alberto por entrar en tu intimidad. Y entonces los números salen, y la vida se abre camino.

Gracias Alberto por tres cosas: por haberte conocido, por decirnos con tu ejemplo SÍ A LA VIDA …......y por no haberme llamado todavía diciéndome que te debo el dinero de los dos dibujos.