Esclavitud del siglo XXI

Escavitud, es una situación por la cual una persona es propiedad de otra; es una forma particular de relaciones de producción.
Así aparece la definición de "esclavitud" en wikipedia.

Paseaba en buena compañía hablando de la vida laboral en la actualidad y comentábamos las condiciones en que se mueven los trabajadores ahora. Poco a poco mi interlocutora iba tocando cada edad y cada trabajo haciendome ver que todos tenían un punto en común. Desde el estudiante recién salido de la universidad, pasando por el especializado en cualquier módulo de formación profesional y terminando por brillantes profesionales con masters y una variada oferta de idiomas viven una situación laboral "afortunada" con 400, 500 € de sueldo al mes que solo entiendo a calificar como miserable; todos podemos catalogarlos como  esclavos.

Algunas empresas presentan ofertas tan baratas que asusta pensar en las condiciones laborales en que trabajará su personal.

Los horarios no se cumplen, los descansos son ficticios e inadecuados y "las grandes empresas" ofrecen a sus trabajadores peluquerías, autoservicios y hasta gimnasio dentro de su espacio laboral como algo indicativo de las "ventajas" que ofrece el trabajo, indicando que cortarse el pelo, hacer la compra o hacer ejercicio ya no forma parte del tiempo libre; es algo que se puede hacer en el "trabajo" para rendir más.

Y formamos a nuestros hijos en esa mecánica de su vida futura, en esas formas que le esperan y a la cual hay que llegar lo mejor preparado posible para conseguir ser de los buenos, de los que "llegan a las 2 de la madrugada o tienen que ir el sábado"; este tipo de trabajadores son los que cuidan en las empresas: son los más brillantes. Y desde las familias estamos orgullosos de tener un hijo así "de los buenos", de los que la empresa les pone un gimnasio en la oficina no vaya a ser que al trabajador se le ocurra tener como objetivo llegar a casa a una hora normal y hacer ejercicio corriendo por cualquier parque.

Y esa condición de "buen trabajador" envuelve y es como una tela de araña que convierte en raro a aquel que se sale de la norma y empieza a pensar que el dinero no lo es todo, y que puedo vivir con menos y estar mejor; puedo estar mejor conmigo mismo, con mi familia y con mi mente.

"Javier, no me gusta lo que veo y lo que me queda por ver. Somos los esclavos del siglo XXI"

Y me pareció muy acertado. Tener un coche mejor, una vivienda más espaciosa o unas vacaciones a un sitio más exótico es la meta. Y todo vale! aunque al final no tenga tiempo para utilizar el coche, la parte más importante de mi vivienda sea el despacho para poder continuar trabajando en casa o al sitio tan exótico que he conseguido para mis vacaciones no puedo olvidar llevar el ordenador...para seguir trabajando; y todo esto porque "soy de los buenos".