los vicios humanos arrancan de la ociosidad

La CEAPA (Confederación de Padres y Madres de Alumnos) ha pedido la supresión de los deberes escolares alegando que los niños se stresan y no son felices. Y esto se afirma sabiendo que España anda en una tasa del 30% de fracaso escolar.
El PSOE apoya en su programa electoral esta iniciativa y lo incluye como prioritario en su "futura" organización en la Educación.

Un punto creo que es necesario aclarar para entrar con más profundidad en detalle: el alumno pasa aproximadamente una 8 horas en el centro escolar de las cuales podemos situar como en 6 horas las que son de "trabajo"; y ciertamente parece una jornada laboral normal para los niños sin que suponga un esfuerzo sobrehumano sabiendo como sabemos todos que no todas las clases son iguales, ni los profesores ni la concentración que se requiere para el aprovechamiento de las mismas.
A este horario de trabajo hay que sumarle el que dedican los niños en su casa (y al que se refiere la CEAPA) dando como resultado un horario que se podría entender como excesivo. A mí no me lo parece desde luego, pero entiendo que a alguién le pueda parecer.
Hasta aquí puede ser, y debe ser, motivo de diálogo y estudio.
El punto sorprendente, y a mi modo de ver un error de consecuencias bien graves, es que se considere que la parte que debe de sufrir recortes en la dedicación de los niños a su trabajo sea el que se refiere a los deberes que se deben de hacer en casa asumiendo directa y rotundamente que ni el horario ni el trabajo que se hace en las escuelas sea el que ni se puede ni se debe alterar.   
Error importante que merece comentario.

Todo (o casi todo, porque vistas las ocurrencias que un día sí y otro también tienen los responsables de la política educativa en este país no me atrevo a afirmar nada) puede retocarse en la EDUCACIÓN de los niños menos lo que atañe a sus deberes EN EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD DE LA QUE DISPONEN EN CASA. Es en el ambiente fuera de las aulas donde el niño debe de disponer de su tiempo y buscar un espacio para sus deberes cobrando mucha más importancia este trabajo en casa que áquel que dedica en su colegio bajo la vigilancia y control de sus profesores. Ese esfuerzo y esa disciplina que de manera autónoma y personal deben de ir "trabajando" los niños es la llave para abrir TODOS las puertas de la vida profesional, personal e incluso de su tiempo de ocio.

La ocurrencia de que los "deberes" son una dificultad para alcanzar la felicidad es una solemne estupidez. Precisamente los DEBERES requieren de un esfuerzo y una disciplina que es la base para todo funcionamiento en el futuro; incluso con el principio básico de que teniendo en orden sus deberes valorarán los DERECHOS de los que va a poder disfrutar en el futuro.
Son los DEBERES, convivir con las obligaciones y/o dificultades los que te deben llevar a la felicidad.
La toma de esta pequeñas decisiones, como son el ordenar dentro de su espacio libre un tiempo para sus deberes o la renuncia a algo más inmediato y grato, para sacar el tiempo para los deberes es un principio básico y fundamental en el crecimiento de un niño.
Parece sorprendente que de unas cabezas pensantes dedicadas a la Educación, unos profesionales de la Educación, salga la idea de que un niño pueda salir traumado por hacer los deberes en casa cuando hace un par de meses se hacía público un estudio en donde los niños españoles ocupaban una media de ¡¡una hora y media diaria!! a la televión o a la play.
El trauma viene cuando no dejamos a los niños desde pequeños ser autónomos para asumir sus obligaciones y por la protección tan exagerada y absurda que ponemos a nuestros niños...que de repente con 18 años siguen siendo tan niños que tienen que ir con papá o mamá a matricularse en la Universidad.

¿y las familias?
Quedan con un margen de maniobra mucho más limitado en la educación de sus hijos puesto que cualquier tipo de "obligación" o "deber" es mucho más complicado de transmitir en casa si choca con el ejemplo que reciben los hijos en o de los aulas (que no olvidemos es durante la infancia y la adolescencia el medio en donde se están preparando para la vida) desde donde no se apoya esa idea.
Dejemos de tratar a nuestros niños como si fueran unos "traumados" antes de traumarse; y unos stresados antes de stresarse.
Conozco casos "sangrientos" de chicos/as con un potencial profesional y personal maravilloso sin ninguna capacidad de movimiento para tomar decisiones, con una inmadurez enorme, rotos por tanto tiempo de no asumir desde pequeños "los deberes, sus deberes"
Chicos/as desorientados y "exigiendo" a los educadores que tuvieron en las aulas y en las universidades una explicación a tanto compadreo y falta de esfuerzo que vivieron en su época de formación.

Dejemos de tanto proteccionismo absurdo a nuestros pequeños. Ayudemos al niño con dificultades de todo tipo, pero valoremos al niño que dedica tiempo a prepararse para el futuro. Dejemos que se equivoquen en la edad que todavía no tiene consecuencias definitivas; dejemos que lleguen a su clase una mañana sin los deberes hechos y formemos a los profesores para saber "ayudar" a estos niños con es "dificultad".

Protejamos a nuestro profesorado que tienen que ver y VIVIR a alumnos y a familias cada vez más "crecidos" y cada vez más contentos por encontrar brechas en nuestro sistema educativo que les llevan a echar la culpa de todos los problemas de sus hijos a los educadores del colegio sin mirar sus carencias en casa.
Hagamos del maestro/profesor la profesión más importante del país. Con un sueldo más que digno. Exijamos a nuestros educadores una preparación seria y responsable dotandoles de todos los medios que podamos como país y como sociedad.
En cualquier país de Europa el profesor del colegio tiene una categoría similar al del médico, arquitecto, etc etc.
No nos engañemos tomando decisiones faciles y demagogicas.
Que no nos vendan la idea de que nuestros alumnos se trauman y se stresan por tener que hacer unos deberes en casa porque los que se están traumando y stresando son los profesores ante tanto desatino y falta de apoyo a su trabajo.

Si normalmente me molesta enormemente tanta hipocresía en nuestros gobernantes, cuando se trata de la EDUCACIÓN, me indigna sobremanera. Y me indigna porque el profesor es de las profesiones más desprotegidas para ejercer su trabajo; con menos apoyo y comprensión.
Menos cuando llegan las elecciones cada cuatro años en donde son muñecos del pim pam pum de los políticos.
Y aclaro: no soy profesor por lo que no soy dudoso en este aspecto.
Conozco ese mundo. Eso sí.
Y sé lo qué digo porque lo vivo muy de cerca.

Ando leyendo estos días, por segunda vez, Guerra y Paz de Tolstoi. Una de las pocas ventajas que tiene esta poca memoria que tengo es que puedo volver a leer libros después de una decada sin recordar practicamente nada del argumento. En este oportunidad voy leyendo las 1200 páginas provisto de papel y lápiz para no perderme en la cantidad de personajes que la novela maneja, con la dificultad añadida de referirse a muchos de ellos con dos nombres.
La novela transcurre a principios del siglo XIX entre San Petersburgo, Moscú y diferentes lugares de Europa en donde se libra una lucha contra las tropas de Napoleón.
En las primeras páginas ya descubrimos a uno de los personajes centrales de la novela, el príncipe Bolkonsky, que hoy, dos siglos más tarde, se presenta para mí de rabiosa actualidad al referirse al sistema educativo que él lleva a efecto con sus hijos con un principio básico: "sólo existen dos virtudes: la actividad y la inteligencia", para añadir un poco más tarde "los vicios humanos arrancan de la ociosidad".
De rabiosa actividad.