17 de diciembre 2015
un colegio de Madrid
festival de Navidad con la participación de los alumnos inscritos en la actividad de música.
A las 19,00 va a comenzar el acto en el que el teatro del colegio se queda corto en su aforo. Las 800 plazas de las que dispone están todas ocupadas...y unas 200 personas permanecen a la espera fuera.
El director del centro pide voluntarios de entre las personas que ya están acomodadas para que dejen sus sitios a las que están fuera para de esa forma toda la gente pueda presenciar la función. Poco a poco 200 voluntarios se van situando de pié junto a las dos amplias paredes del teatro dando paso a los de fuera.
Y me asombra la medida porque algunos de los que estamos acomodados en nuestros asientos llevamos una media hora en nuestra localidad;
La petición del director del centro no dice nombres ni propone a nadie para que deje sus asientos. Pero de manera "voluntaria" los alumnos del colegio van dejando sus sitios.
Educación es esa figura.
Pero voy viendo que esta, para mí en este caso bien entendida palabra, SOLIDARIDAD llega más allá: y dos alumnos de los mayores (16-17 años) del colegio van organizando el acomodo de los ocupantes del teatro de forma que los alumnos más pequeños que se han prestado voluntarios a dejar sus plazas para los que están fuera esperando poder entrar, son "alojados de nuevo en sus sitios" estableciendose de manera natural un orden de "perjudicados" de mayor edad a menor edad.
De esta forma el aforo del teatro queda al final ordenado con todos los sitios sentados ocupados por los familiares adultos y por los alumnos más pequeños del colegio. Y el resto de pié junto a las dos amplias paredes.
Educación es esa figura.
Me llama la atención que, una vez reorganizado el alojamiento de los espectadores, el director no pronuncia ninguna frase de agradecimiento a los alumnos (conviene recordar que son 200) que han cedido su sitio; ni siquiera hay ninguna palabra dirigida a los familiares que, habiendo llegado a su hora, comprueban que el hijo que iba a ser el acompañante de la localidad de al lado ha sido sustituido por un "desconocido".
Todo el proceso de incomodidad que se ha producido se ha hecho con absoluta normalidad y NATURALIDAD.
Y entiendo que cuando los códigos de conducta están tan interiorizados esta manera de conducirse surge como algo natural.
La EDUCACIÓN cuando es AUTÉNTICA es NATURAL.
90 minutos de actuaciones musicales con participación de alumnos de todas las edades llegan a su fin.
Pregunto cómo es posible la gran cantidad de alumnos participantes.
Y me responde una persona situada junto a mí "la actividad cultural es gratis".
CULTURA Y EDUCACIÓN de la mano.
Y recuerdo algunas conversaciones con una persona muy involucrada en la educación que en estas fechas se va a desplazar a Japón para estudiar el sistema educativo en los centros escolares.
Al parecer en este país asiático se habla muy poco de tolerancia, limpieza, respeto a las personas o a la naturaleza.
SE VIVE desde muy pequeños.
Se educa con medidas como:
en las guarderías los niños se lavan las manos al entrar en clase
durante la educación primaria se dedican 20 minutos y cuatro veces a la semana a lo que ellos llaman "o-sofi" que consiste en pasar el polvo, barrer y fregar los pasillos, clases y escaleras
los alumnos de 11 años ayudan a los más pequeños en las tareas del colegio para que tengan un modelo al que seguir de manera que estas obligaciones SEAN RUTINAS y NO CASTIGOS
igualmente los alumnos son responsables del cuidado de las plantas y flores del colegio
e incluso los alumnos cuyos centros escolares están situados cerca de las playas o bosques son responsables del limpiado de ambos lugares.
Caer en que todo lo nuestro es malo es un error.
Pero aprender de lo bueno, de lo que funciona en otros países es bueno y necesario.