“todos estamos consintiendo” fue la última entrada que apareció en este blog. El tema central era la
encarcelación preventiva a la que por aquel entonces estaban sometidos los cinco integrantes del
grupo de “La Manada”.
Varios meses después la
sentencia dictada por el Tribunal de Justicia en Pamplona ha provocado un
impacto en la sociedad que a muchos ha pillado por sorpresa; a mí desde luego
no. El foco se pone, “lo ponen”, en un lugar y allí “van todos/as”.
Y tras algunos días de
reflexión y de la lectura de la sentencia, pocas cosas tengo claras. Aún así
trataré de hacer algunas reflexiones exponiendo por delante algo que reconozco
me condiciona: no me gustan las turbas justicieras de lo emocional. Nunca en la
historia han conducido a nada bueno y sin embargo son caldo de cultivo para los
gurús y profesionales de la manipulación que encuentran en la masa pocas
preguntas y que disciplinadamente esperan las consignas de a donde ir…, a quién
insultar…a quién marginar… para más adelante marcarles a quién odiar y con un
empujón proponer a quién matar. Odio y turba van de la mano.; ayer, hoy y
siempre. Y eso sí lo tengo claro: me espanta!
En medio de esta polémica,
y esperando no molestar a nadie, las pocas cosas que tengo claras me parecen a
mi entender que no deberían de admitir dudas. Cierto es que en una sociedad
donde es prioritario decir lo “políticamente correcto” cualquier cosa que no
“suene bonito” pone a la persona que lo dice fuera de juego.
Con ese preámbulo vamos
pues:
En mi humilde opinión no tengo dudas que en el caso de la
manada fue una violación grupal. Pero ni yo ni las miles de personas que se han
manifestado estos días somos juristas, y la inmensa mayoría no ha estudiado
Derecho. Mi creencia pasa en ese momento a ser una mera creencia, un sentir e
incluso puede que un convencimiento. Y la justicia necesita otro tipo de
criterios basado en el estudio, la experiencia y el conocimiento. Por supuesto
que podemos discutir las decisiones, pero no podemos olvidar que los tres
magistrados encargados de dictar sentencia han leído informes, calibrado
pruebas, interrogado a acusados, víctima y testigos y sobre todo HAN
CONTEMPLADO UN VIDEO (inclasificable al menos para mí) y se han tomado 5 meses
para deliberar. Al final, conscientes de
lo políticamente incorrecto que iba a ser la sentencia y el clima social
existente y la existencia de una presión ambiental cargada de prejuicios han
emitido una resolución de 300 folios que lleva además un voto discrepante de
aún más folios. El resultado puede no gustarnos, pero merece al menos un
respeto y mucho más cuando sobre los 9 años de pena y el no considerarlo
violación la coincidencia entre los tres magistrados es total. Y aquí es donde
tengo que reconocer que las redes sociales, políticos de talla muy baja y los
tres o cuatro gurús que de manera profesional mueven las masas crean una
opinión intimidatoria e influyente de populismo justiciero que pretende
suplantar a fiscales, abogados y jueces.
Por otra parte mantengo la idea de que la palabra
“consentimiento” que de manera tan reiterada se está utilizando para justificar
una actitud y/u otra tiene en mí otra lectura. La integridad física de las
personas es un bien que debe protegerse y cualquier acto que la lesione debe de
ser castigado, independientemente de que la víctima haya prestado su
consentimiento. Entiendo que estas palabras pueden sonar conflictivas. Lo
acepto y lo asumo. Trataré de razonarlo, repito desde mi más humilde
opinión: ¿es lícito que si yo le pido a
un amigo que me pegue un tiro éste, en el ejercicio de mi “consentimiento” a
morir no reciba castigo por pegarme un tiro? No olvidemos que la niña tiene 18
años, y si, alguien de los que lee este escrito conoce una chica de 18 años que
esté convencida de que la carrera universitaria que elije es la acertada, su
amor de esa edad es el “eterno” e “indestructible” y/o que piensa que sus
aficiones y creencias son firmes y seguras destruye mi argumento de inmediato.
Tengo tres hijas, con una buena formación académica y humana, y conozco por mi
trabajo a miles -SI: miles- de chicas de 18 y 19 años que 10 años después son
“otras personas”. Por lo cual, PARA MÍ, hay determinadas conductas sexuales que
son aberrantes porque su motivación es encontrar satisfacción a base de ultrajar
a una persona cuya capacidad de “consentimiento” es mínima…y mucho más si
añadimos los “socorridos” añadidos de alcohol y drogas perfectos invitados en
estos DESASTRES. Hay determinadas conductas sexuales que por ser depravadas,
aún con consentimiento, tienen una fuerza destructiva. Caben maneras y formas de entender el sexo.
Pero aquellas que carecen del más mínimo afecto son punibles e inadmisibles. Y
es en ese punto antes citado de “caben maneras y formas de entender el sexo”
una niña de 18 años no es posible tenga la formación, seguridad suficiente para
“consentir”. Añado que en mi entender también en esas “maneras y formas” de
entender el sexo no cabe todo. Pero no es este el debate ni lo que aquí trato
de explicar.
Y teniendo estas dos argumentaciones en la cabeza sí me he
formado una conclusión: ¿qué tiene que pasar para que se considere una
violación? Una chica de 18 años con 0,91 de alcohol en sangre y 1,46 de alcohol
en orina es introducida en un portal y la llevan a un habitáculo que no deja de ser un espacio claustrofóbico
por 5 hombres corpulentos que la someten a tres penetraciones y cinco
felaciones además de sodomizarla.
Si una chica, mujer, no opone resistencia activa en una
situación de inferioridad tan evidente como ésta puede dar paso a que el chico,
o como en este caso los 5 hombres, entienden que está diciendo SÍ es un
argumento pobre e insostenible. Considerar esto “abusos sexuales” y no una
violación ME CHOCA y me resulta incomprensible.
Finalmente, y al rebufo de esta sentencia, vuelvo a descubrir
atónito la deplorable utilización de este caso por parte de políticos y demás
gurús, que una vez conseguida una sociedad con más zombies que otra cosa,
mueven a las masas para su propio aprovechamiento.
¿Cómo es posible que el grupo PODEMOS se esconda hace muy
pocas fechas ante las reclamaciones de los familiares de Diana Quer y Marta del
Castillo de la aplicación de la PRISION PERMANENTE REVISABLE alegando que hay
que legislar desde la cabeza y no desde las emociones y el mismo día de la
sentencia de La Manada haga pública la necesidad URGENTE de legislar el
capítulo sobre las violaciones y delitos sexuales como si Diana Quer y Marta
del Castillo se fueron con sus violadores a tomar una horchata a la esquina?
Con el agravante TREMENDO de que además estas dos chicas fueron asesinadas; y
en el caso de Marta del Castillo 4 de los 5 malhechores, una mujer entre ellas,
llevan tiempo en la calle, paseando por el barrio donde vive la familia de Marta.
El padre de esta chica fue incluso a visitar a la cárcel al asesino de su hija
para que al menos le dijera dónde estaba el cadáver de Marta. Recibió la
negativa por respuesta.
Ninguna manifestación…ninguna declaración política.
Tiempo de redes sociales en donde infinidad de personas con una determinada ideología alegan que aquel tema no fue mediático porque los asesinos no fueron ninguno un Guardia Civil ni un Policía en cuyo caso aseguran que sin duda habrían ido a por ellos. De igual manera los de la ideología contraria se lanzan a hora a las redes sociales a manifestar que la sentencia de La Manada ha sido suave porque trata de proteger al Guardia Civil y al Policía que pertenecen al grupo de La Manada. Pero así son las ideologías...mandatos de los amos y obediencia servil sin ideas ni pensamientos de los siervos.
El jueves, 5 de mayo, sale de prisión Gregorio Cano, con
condena por ataques sexuales a ¡¡¡17 niñas!!! Y sospechoso de otras 36.
Silencio cómplice de los grupos feministas y de los políticos que intuyen aquí
no hay votos; ninguna declaración ante la situación terrible realidad: la
Policía ha mandado 17 cartas a las violadas advirtiéndoles que su violador está
en la calle…que tengan cuidado. Y las familias solas esperando una manifestación de apoyo que nunca llegará.
Ahora toca esperar a las sentencias que están por venir. Los
agitadores de masas tienen carnaza. Atentos a ellos.