"la educación es el arma más poderosa que puedes utilizar para cambiar el mundo" Nelson Mandela


Hay temas que no por esperados ni por repetidos dejan de asolarnos y quitarnos el sueño; retos enviados a las sociedades “más avanzadas” a lo largo de la historia que marcan el juicio que se hará en el futuro de todas las personas que componemos ese colectivo.
En nuestra época este reto tiene un nombre: inmigración en forma de cientos de miles de personas que huyen de sus países a Europa en busca de una mejoría en sus vidas.
Europa se encuentra en una encrucijada de muy difícil manejo porque el elevadísimo número  de inmigrantes llegados no parece tener fin; sólo en España han llegado en el 2018, hasta el momento, 15.000 que son, ni más ni menos que 71 al día. Se maneja igualmente otro dato que sonroja: 300 fallecidos “por el camino”.
En una sociedad donde el interés por “saber” se ha devaluado y donde damos como bueno “todo lo que nos digan” y lo aprobamos “según guste más o menos el personaje que nos habla”, el caldo de abono para decir majaderías a ritmo de twitter emitiendo opiniones y soluciones sobre este tema es fácil. Y si algo está claro es la enorme dificultad que el problema de la inmigración masiva plantea.
No voy a ser yo el que caiga en ese error. Varios días leyendo e informándome sobre el particular solo han conseguido aumentar mi confusión y mis dudas llegando a tener claro dos conclusiones que, al menos para mí, sí me parecen básicas:

Primera: el desvincular cualquier toma de decisiones a los políticos. Y este apartamiento de los gobernantes se me antoja indispensable y necesario. El trato de todos ellos hacía las pobres gentes que navegan a la deriva por el Mediterráneo o llegan a Europa por los más variopintos caminos está condicionado por tres aspectos que conviene tener en cuenta: la búsqueda de votos por encima de todo, que hace que las personas sean monedas de cambio entre países, una especie de “saldos del Carrefour” con “te doy dos de éstos si me das cuatro de aquellos” que motiva decisiones muy alejadas de las soluciones para estas personas. En España hemos tenido el lamentable episodio del Aquarius como gesto de marketing interesado; tan interesado que solo dos meses después de la decisión de acoger a los inmigrantres del Aquarius, nuestro gobierno se apunta a la tesis de Matteo Salvini (“Italia devolverá a sus países de origen a los inmigrantes”) devolviendo en 24 horas a los 116 inmigrantes que habían saltado la valla de Melilla.
Prescindir de los políticos es algo muy difícil; pero todos tenemos la seguridad de que allí donde intervienen lo estropean; y es responsabilidad nuestra como ciudadanos, quitarles capacidad de decisión en todo aquello que suponga algo importante. La colocación de semáforos en las ciudades, reglamentaciones sobre la recogida de excrementos de animales en la vía pública y cientos de temas menores (sobre todo en comparación con el que estamos hablando) sí deberían de llenar el espacio de los políticos para que ahí coloquen a sus amiguetes y/o parejas y se hagan las fotos. Y esto que digo no es ni mucho menos una ironía; Consuelo Femenía, mujer de Pedro Duque (ministro de Ciencia, Innovación y Universidades) ha sido nombrada hace una semana embajadora en Malta.
Así que esta primera conclusión básica es vital… aunque al tema de la inmigración ya llegamos tarde: Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez, ha sido colocada al frente de IE ÁFRICA, empresa creada hace 15 días y dedicada a impulsar la innovación, el emprendimiento y los proyectos de acción social en el continente africano asumiendo la ciudadanía como bueno que realmente no exista una persona más capacitada que la pareja del presidente para ocupar ese cargo, que además lo hace con un blindaje aclarado ya por la empresa:”al ser una empresa privada no estamos obligados a decir el sueldo”… transparencia se llama ese estilo.
Los políticos: para fotos y temas menores y lejos de la capacidad de decisión en temas de calado.
Y segunda: una aclaración rápida e inmediata a las personas que entran en Europa de donde entran y donde están. Los “extranjeros” no pueden recibir trato discriminatorio alguno ni a favor ni en contra. Sus  costumbres, sus valores, sus tradiciones han de ser permitidas siempre y cuando se ejerzan en la esfera privada y no violen la legalidad vigente. Es prioritario que cualquier persona que entre en Europa respete las leyes y los VALORES de las sociedades de acogida.
Especialmente prioritario es transmitir los avances de Europa en materia de igualdad entre hombres y mujeres, violencia de género y los logros conseguidos en materia de inclusión de cuestiones relativas a LGBTI.
Prácticamente ningún país africano reconoce  el derecho a la herencia en las mujeres, 140 millones de mujeres han sufrido ablación en países africanos. En 2014 el ginecólogo Denis Makwege había atendido a 42.000 mujeres violadas y torturadas. Y entre los cientos de documentos encontrados llama poderosamente la atención la sentencia formulada por el periodista Xavier Aldekoa: “la violencia sexual es una epidemia que se está enraizando en África”. Por citar un ejemplo cercano en el tiempo, en el asalto del hotel Terran en Sudán en el año 2016 los 80/100 soldados sudanenes perpetraron violaciones masivas a las mujeres europeas muchas de las cuales eran ejecutadas posteriormente.
La homesexualidad está penalizada con severidad en Argelia, Chad, Eritrea, Etiopía, Libia, Marruecos, Somalia, Túnez; ilegal en Camerún, Gambia Ghana, Liberia, Senegal, Sierra Leona, Burundi, Sudán del Sur, Tanzania, Angola, Butsuana, Malawi, Namibia, Zambia, Zimbabwe y Togo e incluso castigada con la pena de muerte en Mauritania y Sudán.
En los únicos sitios en donde es legal y más o menos “permitida” es pequeños territorios dependientes de Francia y/o Reino Unido. Por ejemplo en Mozambique se ha aprobado una ley en el año 2015 aprobando un nuevo código penal que protege la homosexualidad.
Las cifras sobrecogen; por ejemplo en Damasco los homosexuales son encarcelados con penas como mínimo de 3 años de cárcel (por cierto en cárceles donde permanecen 400 personas hacinadas en una sola estancia).
Los casos de violencia contra la mujer son infinitos.
Toda esta manera de entender el trato a la mujer y a los homosexuales contiene un matiz terrible que nos perjudica como europeos: en muchos ámbitos de la cultura de muchos países africanos “la homosexualidad es un “vicio” introducido por Occidente en su época de colonización”.
Acoger a estas PERSONAS es obligación de una sociedad avanzada y solidaria. Pero la palabra acoger implica un esfuerzo no sólo económico, sino una estrategia de integración en donde EDUCAR es la primera palabra que hay que conjugar. Educar por el bien de los que llegan y de los que están.

Da auténtica amargura y dolor pensar el calvario que sufren estas PERSONAS sometidos a las mafias que los embarcan en auténticos barquitos de juguete. Da miedo pensar los padecimientos y horrores que viven en sus países de origen. Y Europa tiene la obligación de buscar soluciones a este DRAMA.
Se necesitan al frente de este problema PERSONAS CONOCEDORAS y EXPERTAS: Economistas, Sociólogos, Médicos y un largo etc que diseñen una estrategia acertada para afrontar este DRAMA. Pero descuidar una tarea educativa clara y firme llevaría a que todo lo diseñado se derrumbe. En el caso de España los inmigrantes llegan a un país con sanidad gratuita, donde las mujeres circulan libres por las ciudades, tienen derechos adquiridos con el esfuerzo  de varias generaciones, donde las personas pueden estudiar de forma gratuita y donde no se pregunta tu condición sexual para permitirte acceder a cualquier universidad, donde asesinar a una persona, hombre o mujer, conlleva penas de cárcel y un largo etc que es conveniente sepan con total claridad…entre otras cosas porque de esa manera PODRÁN DISFRUTAR MÁS Y MEJOR del país al que llegan.