nuevos peligros en la educación


Cometemos un error si pensamos que la educación, la buena educación, depende de una parte de la sociedad. El éxito de la educación radica en TODA LA SOCIEDAD. 

La educación es una labor conjunta en donde colaboran muchos estamentos de la sociedad. En el lugar de máxima influencia, y por lo tanto importancia, está la familia y los colegios. Ambos ocupan prácticamente todas las horas del tiempo de los hijos durante la primera época de formación. La atención y buenas intenciones de familias y colegios no admite dudas. Cada núcleo familiar, con sus problemas y diferentes situaciones, y cada escuela, con sus particular metodología LIBREMENTE elegida por las familias, tratan de formar ciudadanos de bien
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Pero de manera paralela, diferentes estructuras de la sociedad intervienen en la educación de nuestros hijos; y es ésta la parte donde, pienso, más se debe fijar la atención puesto que se salen del ámbito familiar y de las escuelas para inmiscuirse en la formación de la “siguiente generación”.
Y pienso en los lamentables programas de televisión con una continuada exposición de formas de vivir carentes del más mínimo sentido común y moral; en la mala utilización de las redes sociales y/o en el día a día de la calle.
Familias y escuela se encuentran ante el reto apasionante de conseguir personas con libertad para discernir, utilizar de manera correcta las nuevas tecnologías y proveer de cultura y pensamiento individual que les ayude a ser libres.

Entre estas nuevas influencias en la educación está la situación provocada por nuestros políticos, nuestros recientes políticos, aportando una práctica ominosa, detestable e infame: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA MENTIRA Y LA TOTAL DESVERGUENZA como algo normal y habitual.

Viene esta introducción a cuento a raíz de la comparecencia de la Ministra de Justicia, Dolores Delgado, en la Comisión de Justicia del Congreso para aclarar unas grabaciones realizadas en varias comidas que tuvieron lugar hace tiempo.
No era plato fácil para la Ministra, puesto que en estas conversaciones quedaba seriamente dañada su imagen como fiscal, persona y mujer.
Y me intrigaba especialmente esta intervención. En primer lugar por ser el quinto o sexto “contratiempo” de los ministros y ministras del Gobierno con fraudes a Hacienda, compra de acciones accediendo a información privilegiada, falsedades en los estudios académicos, etc etc.; y en segundo lugar por tratarse de la máxima autoridad jurídica del país.

La manera en que los…y las…anteriores personajes salieron del apuro fueron más a menos airosas teniendo en cuenta el escaso pudor que demuestran estos nuevos políticos. Algunos dimitieron directamente; lo cual les honra. Otras lanzaron el tan socorrido argumento del victimismo, otros mintieron directamente y los más se escaquearon (o siguen escaqueándose) escapándose de las preguntas de la prensa por la puerta de atrás.

Pero Dolores Delgado ha dado el paso decisivo que, no me cabe la menor duda, cambiará la manera de conducirse de aquí en adelante a nuestra clase política: reconocer los hechos y mostrar un orgullo altivo y desafiante de los mismos.
“Aquí estoy y por el puesto que ocupo puedo hacer y decir lo que quiera, cuando quiera, donde quiera y, lo más peligroso, CONTRA QUIÉN QUIERA”.
Sabedora de la sumisión enfermiza que tienen los votantes hacia sus líderes lanza un aviso a la población y a sus compañeras de Gabinete; el poder es esto: realizar actos manifiestamente injustos, inmorales y obscenos porque una vez llegado al poder la injusticia la marca el que manda, la moralidad es la que yo marco y la obscenidad… directamente convive con comodidad entre nosotros.
Y si cuesta digerir semejante desfachatez, no puedo pensar en la nefasta información llegada a los niños y niñas cuyas familias y escuelas tratan de explicar lo que es la decencia, la verdad, la importancia de pensar por sí mismo o el correcto aprendizaje, por ejemplo, del movimiento feminista, de tan rabiosa actualidad.
Porque Dolores Delgado ha conseguido en una sólo y única actuación meter todos estos contravalores en un paquete y, a través de millones de conversaciones en casa, debates televisivos y/o charlas de calle e incorporarla en la educación de los niños.
A margen de lo asombroso que resulta escucharla culpabilizar al señor que grabó las conversaciones como si eso pudiera justificar lo que realmente se puede escuchar en ellas, resulta novedoso la ausencia total de vergüenza en su reacción ante las frases que dichas grabaciones recogen.
Esta parte de la educación -la que se filtra en la formación de los que serán la siguiente generación en 20 años-  es la que se escapa de las familias y la escuela. Es un reto añadido que tienen nuestros sufridos educadores.
¿ cómo explicar en una clase de niños y NIÑAS los valores del feminismo cuando la Ministra de Justicia, ni más ni menos, alaba la idea de las personas que montan un puticlub para extorsionar a empresarios y políticos, no incluye a ninguna mujer en su reciente Comisión relativa a la Justicia Universal (5 hombres y 0 mujeres), reconoce abiertamente que prefiere tribunales de “tíos a tías”,  califica con total naturalidad a las mujeres de “chorbas” o llama maricón a un compañero de Gobierno ?
Sabedor de que la sumisión incondicional de las ideologías consigue que las mujeres que escuchan esto de su Ministra muestren un silencio cómplice, sí es especialmente preocupante que una sola niña que en la actualidad está en edad de formación escolar, asimile como correcto y bueno que la prostitución no solo debe de ser legal, sino que es “éxito seguro” (palabras textuales de la Ministra) si se las utiliza para chantajear a los hombres. ¡Y a ver cómo y de qué manera los maestros y MAESTRAS de España le explican a su alumnado que la Ministra de Justicia no solo miente, sino que es persona de poco fiar! Que nadie dude que estos gestos de nuestros políticos provocan un daño terrible a nuestros niños y niñas. Primero porque se inculca un modelo de vivir en que cuando ejerzas poder podrás insultar a las mujeres y/o hacer lo que te venga en gana; y segundo porque no es fácil asimilar que estos personajes pueden llegar a ser Ministras.

¿cómo explicar a unos adolescentes que un día sí y otro también reciben información detallada de los peligro de los pederastas cuando la Ministra de Justicia comenta de manera chistosa que sus compañeros de viaje, en este caso todo hombres, andan con menores de edad?... y no lo denuncia…y es ¡¡FISCAL DEL ESTADO!!

¿Cómo explicar a las niñas y niños que hay personas, y mujeres entre ellas, que no ven criticable la agresión sufrida por una periodista, Cristina Seguí, escupida, insultada y denigrada por más de cien hombres hace un par de días en Valencia y consideran sin embargo denunciable un piropo a destiempo y/o una mirada incómoda? 

Extenderse más en el tema es inútil.

Para mí está claro: a partir de hoy no tiene importancia que el Presidente de Gobierno haya hecho trampas en su tesis doctoral, cosa que está meridianamente claro que las ha hecho como demuestra que no acude a dar explicaciones. No tiene importancia que el Parlamento Catalán esté cerrado un año, que roben unos y otros de distintas cajas, que mientan sin rubor.
Lo importante es cómo y de qué manera explicamos a los niños y niñas que el ejemplo de conducta hay que buscarlo en el día a día de las personas normales, aquellos y AQUELLAS jóvenes que acuden a la Universidad para aprender, personas que trabajan para vivir de la manera más digan posible, hombres y MUJERES preocupados por las pensiones de sus mayores, por mejorar las condiciones de vida de los demás.

Labor nunca lo suficientemente remunerada ni valorada la los maestros y MAESTRAS de España que, a las ya conocidas dificultades que tienen de “enseñar”, tienen que añadir una nueva: la de ENSEÑAR A SER LIBRES y TENER CRITERIO PROPIO a sus alumnos para conseguir formar unos ciudadanos capaces de despreciar a personas tan despreciables como la señora Dolores Delgado, machista, mentirosa y… ¿por qué no? peligrosa.