Comía hace unas fechas con una buena amiga alemana. Hablando
de educación me llamó la atención lo sorprendida que estaba ante la exposición
que se hacía en España de los niños y niñas por parte de las familias en las redes
sociales. De la sorpresa pasó a la indignación al salir el tema de la
“utilización” que incluso se atrevían a hacer nuestros políticos.
Y no le falta razón.
La exposición continua de menores en redes sociales,
televisiones y demás medios de comunicación está llegando en España a niveles
insultantes.
El último caso de los padres de Nadia paseándola por los
platós de televisión para sacar dinero es, por el seguimiento mediático que ha tenido, el más
llamativo. Pero ni es el único ni será el último.
Los niños dan juego y “sirven” para estrategias diversas.
Por Europa este tipo de exposiciones son rechazadas de manera
unánime y rotunda siendo muy raro, por no decir imposible, que cualquier
persona, popular o no, utilice la imagen de un menor en redes sociales o
cualquier otro medio.
Ya conté en una de mis anteriores entradas de este blog la
prohibición expresa que tuve por parte de la dirección de un colegio en
Berchtesgaden, población del sur de Alemania, al inmortalizar con el móvil una frase
escrita por un menor en una pizarra del centro. No se trataba de una imagen del
niño, sino la simple letra.
La noche de aquel día en Alemania mantuve una cena con varias
personas entre las que estaba el propio director y me comentó la cantidad de
organismos que actuaban alrededor de los menores con el objeto de protegerlos
de cualquier exposición y/o utilización de su persona. Es curioso sin embargo
como, de manera paralela, en este país los niños y niñas se desplazan solos al
colegio a muy corta edad estando incluso mal visto que al llegar a una cierta
edad, 10-11 años, acudan acompañados al colegio.
En España les acompañamos hasta la Universidad, les preparamos los tuper de comida hasta quinto de carrera y pixelamos cualquier imagen de un menor pensando que la
protección está conseguida.
Recuerdo como en el año 2012, en la Comunidad de Madrid, se
suprimió la figura del Defensor del Menor “para ahorrar” o como en Euskadi
ocurrió lo mismo en el 2010.
Que yo recuerde solo la Comunidad Andaluza mantiene ese cargo
pero entiendo por sus actuaciones, que parece ser más bien un cargo honorífico o algo
semejante puesto que la única actuación que se le recuerda es una intervención
“rápida y contundente” contra el torero Fran Rivera, multa incluida, por aparecer con su hija en
brazos en un tentadero. Menores llegados en pateras, o la situación padecida
por los hijos de Juana Rivas y una larguísima lista de menores sin escolarizar,
problemas con las drogas, delincuencia parecen temas menores en comparación con
la foto del mediático Fran Rivera.
La necesidad de volver a recuperar la figura del DEFENSOR DEL
MENOR se hace cada vez más imprescindible y necesaria. El “menor” es el bien
más preciado de una sociedad; un “bien” a proteger y arropar. Protegerles de
programas infames de televisión con una exposición permanente de escenas
violentas; y más teniendo en cuenta que en la actualidad los niños permanecen
muchas horas solos en casa. Arroparles con un
profesorado perfectamente formado y elevado a un status social mucho más
respetado y valorado que en la actualidad comenzando por dotarles de unos
sueldos tan potentes como los que gozan profesiones a primera vista “más
importantes”: médicos, arquitectos, etc etc
Este primer paso de enaltecer la figura del maestro situaría al menor en una posición en la
sociedad mucho más fuerte de la que tiene en la actualidad en donde la
seguridad y protección de su mente, alma y cuerpo está en permanente riesgo.
En lo relativo a la DEFENSA DEL MENOR vamos muy por detrás de
Europa.
Y si hablamos de los políticos todavía peor.
Mi buena amiga alemana, al mostrar su indignación, se refería a la nota que “se encontró”
nuestro presidente Pedro Sánchez en el despacho del Consejo de Ministros…y
Ministras y que éste colgó en las redes sociales. “Papi molas mucho” se hizo
viral en 24 horas. En la conversación no quise entrar demasiado; comparto con
ella la indignación. Pero a nuestra indignación compartida yo tengo que añadir la vergüenza puesto que Pedro
Sánchez es nuestro presidente…y es español; y además en este caso me huele a algo más que
utilización de las niñas. Ese “papi molas mucho” escrito por una niña de 12
años anima a pensar que nos encontramos ante la duda razonable de un nuevo “corte y pega” tipo tesis doctoral.
Repaso políticos europeos y la realidad es que ninguno ha
osado utilizar a hijos y/o menores. Es más: se insiste de manera muy cuidadosa
en mantenerlos muy lejos del foco mediático. La exposición de los niños junto a
líderes políticos recuerda a tiempos ya muy muy remotos… Hitler era muy
aficionado a salir con niños alemanes. Y su pueblo se enternecía cada vez que éste aparecía con menores.
La comida con la alemana siguió por otros derroteros y el tema “utilización
de menores” quedó en el olvido.
Han pasado un par de semanas y el “papi molas mucho” ha dado
paso a una encantadora criatura de visita en Moncloa. Recibida por Pedro
Sánchez, la niña hace las veces de Presidente durante una tarde. Se sienta en la butaca del Presidente, pasea por las estancias, atiende el teléfono... En la
despedida nuestro Presidente se despide cariñoso de Irene, así se llama la
niña, casualmente igual que la pareja del actual vicepresidente Pablo Iglesias,
y a más de un espectador le quedará la pena de que la niña solo haya estado una
tarde; quién sabe si estando un poco más haría el trabajo de dirigente con más
eficacia que su anfitrión.
Y esta pequeña broma que me he permitido incluir no pasaría de una simple anécdota si la realidad,
triste realidad, no fuera que el Presidente ha tenido en La Moncloa más tiempo a
Irene que al Presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que no ha tenido el
“honor” de acudir a la residencia del Presidente. O incluso más tiempo que a
Pablo Casado que estuvo escasos 50 minutos.
Pero esta es la política que se lleva y estila: postureo y
fotos. Aviones, conciertos, gafas de sol en aviones, carreras “sencillas” de
mañana por La Moncloa con 7 cámaras de seguimiento no tienen un pase. Pero
meter a niñas, en este caso todo niñas como corresponde a un Gobierno de
ministros y MINISTRAS, es una inmoralidad e irresponsabilidad absoluta.
Urge y se hace necesaria la recuperación de la figura del
DEFENSOR DEL MENOR.
PD: hoy ha habido una sesión parlamentaria en el Congreso en
donde se debatían temas de suma importancia: impuestos, déficit,
adoctrinamiento en escuelas. El Congreso sorprendentemente casi al completo.
Nuestros diputados ¡a tope!... ¡¡pero no todos!! Una ausencia: el Presidente de
Gobierno estaba a esa hora en un colegio en un acto organizado por SAVE THE
CHILDREN “debatiendo” con niñas y niños de 10-11 años. Las televisiones afines
muestran al grupo de niños y niñas (2 niños por 8 niñas) junto a Pedro Sánchez.
Imaginar la escena del profesorado del colegio quitando de las fotos a los
niños para que tengan más visibilidad las niñas ya no sorprende y es casi un chiste.
Lo que ya no es un chiste y escandaliza y avergüenza es lo que hemos tenido que ver estas tres últimas semanas: “papi molas mucho”
Irene de visita por La
Moncloa
y Save the Children
una demostración más de la necesidad urgente que
este país tiene de recuperar la figura del DEFENSOR DEL MENOR.