En casas ajenas

 

“una tarde escuché la veloz carrera con la que mi hija, Beatrice, salió del cuarto para adentrarse en el salón en donde yo leía sentada en el sofá. Ella tenía diez años. Entonces pensé lo afortunada que soy al recordar que, teniendo aquella misma edad, me metieron en un tren y acabé, tras pasar por Gran Bretaña, cruzando el Atlántico siempre sin dirección conocida al otro lado. Era un mundo y un tiempo en el que esa era la mejor apuesta para mantenerse con vida.”

La que habla así es Lore Segal, una de los 10.000 niños y adolescentes judíos que pudieron huir del Holocausto gracias al Gobierno británico en la operación que se llamó “Kindertransport”.

Era el año 1.938 cuando Lore llegó a Inglaterra desde Viena. Allí se graduó en la Universidad de Londres para terminar instalándose en Nueva York en 1.951, en donde en la actualidad, a los 92 años, vive.

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