en pleno verano. Zsuzsa Bánk

 

Varios años atrás viví una eventualidad que me transportó a un cambio de ciudad, ambiente, ubicación escolar de las hijas y laboral.

Nada que nadie no haya sentido al menos una vez en su vida.

Si bien fue un cambio a mejor, cualquier “adiós” convive con la pena; y, aun cuando en la despedida tenía la seguridad de que todo lo que dejaba atrás “valió la pena”, hoy es de justicia recordar que sentí pena por lo que dejaba atrás: casa, colegio, amigos, compañeros… el parque que se veía desde mi ventana.

La última noche recibí la visita de una persona, compañero aquel día y profunda amistad en la actualidad, con un libro.

La autora, Zsuzsa Bánk, me era totalmente desconocida. Agradecí el regalo y, a pesar de tratarse de un libro de escasas 140 páginas, no tuve oportunidad de leerlo hasta pasadas un par de semanas.

En pleno verano, título del libro está, compuesto por 12 relatos con un argumento común: las despedidas entendidas como finales de etapas. Se trata de historias cotidianas que recrean la soledad y la emoción por las pérdidas de cosas y personas, todas ellas tratadas con una enorme agudeza y un estilo narrativo impecable.

Pasado ya un buen tiempo de aquella transición en mi vida, traigo aquí un doble agradecimiento al bueno de Antonio que, a través de aquel regalo en la despedida, tuvo a bien ilustrarme de dos maneras la forma de afianzar nuestra amistad: en primer lugar eligiendo un libro como regalo cuya temática era tan adecuada al momento que vivía; y en segundo invitándome a conocer un libro sencillamente maravilloso:

En pleno verano de Zsuzsa Bánk